Durante el siglo veinte se extinguieron ocho nevados colombianos. Las nieves del Puracé, Sotará, Galeras, Chiles, Pan de Azúcar, Quindío, Cisne y Cumbal son apenas recuerdos. Sólo quedan seis nevados y tienen los años contados.
Aunque los cambios climáticos han sido una constante en la historia de la Tierra, el que estamos viviendo ha sido atribuido a la actividad del hombre. Y existen evidencias de que está afectando a Colombia, particularmente desde la segunda mitad del siglo veinte. Se ha demostrado un incremento de la temperatura media anual del aire a un ritmo de 0,1 a 0,2 grados centígrados por década. Las precipitaciones han variado: en unas zonas aumenta y en otras disminuye en un rango que oscila entre el –4 y el +6 por ciento por década. Desde hace varios decenios los nevados experimentan una pérdida considerable de su masa de hielo, y ya varios nevados colombianos se extinguieron durante el siglo pasado. En las costas el nivel del mar ha aumentado a razón de dos milímetros por año. Y en materia de salud humana el dengue ha encontrado ambientes propicios para su proliferación donde antes no existía.
Para leer el texto completo click aqui
martes, 30 de marzo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario